ETAPA 1 – EL TABERNACULO DE LOS BRAVOS
En el capitulo 1 de i “Los Novios” Manzoni describe el recorrido que realiza Don Abbondio hacia su casa. Nos hace caminar en una calle recta que se bifurca: a la derecha se ramifica una pequeña calle que conduce al Resegone, a la izquierda la calle que baja a valle, caracterizada por la presencia de un muro bajo.
En el cruce de las dos calles, objeto de la descripción, encontramos un tabernáculo que representa figuras serpenteantes, llamas, almas de purgatorio y es en este punto donde el sacerdote se encuentra con los Bravos, evento que determina el nacimiento de toda la historia.
La pequeña calle que recorre Don Abbondio se puede identificar con una callecita a la izquierda, que sube desde la rotonda actual de la calle Montegrappa hasta el barrio de Acquate.
El tabernáculo mencionado por Manzoni se encuentra en via Tonio y Gervaso. Fue reconstruido y no cuenta con ninguna representación pictórica. Hay una placa que recuerda el texto de Manzoni.
ETAPA 2 – LA IGLESIA DE DON ABBONDIO
Parece que hay dos iglesias atribuidas a Don Abbondio: la iglesia de los Santos Vitali y Valeria a Olate y la iglesia de San Giorgio en Acquate.
En el capítulo VII la plaza de la iglesia se convierte en el escenario de la confusión nacida del intento del matrimonio no realizado entre Renzo y Lucia, cuando los dos novios, con un estratagema, consiguen entrar en la casa del sacerdote con la intención de pronuncia la fórmula que los había unido para siempre: un intento fallido en la confusión general, con Don Abbondio asomado a la ventana que pide ayuda.
La iglesia más cerca de la casa de Lucia es la de los Santos Vitale y Valeria: las primeras noticias se remontan al 1400, año en el que sabemos con seguridad que existía una pequeña iglesia dedicada a estos santos.
En 1427 fue construido un pequeño campanario cuadrado; a principios del siglo siguiente las comunidades de Olate y Bonacina destruyeron una parte de la iglesia antigua y orientaron su fachada hacia el centro de Lecco. La nave remonta al 1700 y fue modificada en las primeras décadas de 1900. En general, no hay muchas noticias sobre la historia de este lugar sagrado; lo que sí es cierto es que es el resultado de diferentes elementos estilísticos.
ETAPA 3 – LA CASA DE LUCIA
En Lecco hay dos lugares que se identifican como “casa de Lucia” y están en los
barrios de Olate y de Acquate.
La arquitectura es simple y típica de la zona de Lecco: un patio, una galería y
escaleras de madera que conducen a un edificio de dos pisos.
Manzoni, con sus palabras, nos lleva a esta cosita con un pequeño patio y aquí
podemos ver a Renzo que se acerca a la casa de su futura esposa, como podemos
leer en el
capítulo II de la novela.
Este fragmento probablemente se refiere a la supuesta casa de Lucia a Olate,
actualmente residencia particular y por lo tanto no se puede ser visitada; junto a la
iglesias de Don Abbondio en Acquate se è che tram la tradicional casa de Lucia
desde donde se pueden ver la roca en la que una vez estuvo la casa señorial de
Don Rodrigo.
ETAPA 4 – PESCNICO Y EL CONVENTO DE FRA CRISTOFORO
La localidad que se indica en el capítulo IV es Pescarenico, un pueblo de pescadores que se refleja en el Adda. Aquí se encuentra lo que se considera el convento de Fra’ Cristoforo.
Construida en 1576 a instancias del gobernador español Hurtado de Mendoza, la Iglesia es dedicada a los Santos Lucía y Materno, acogió a l Cappuccini hasta 1810, año en que Napoleón decidió la supresión del orden.
De la antigua estructura conventuale quedan rastros en el patio y en el porche donde daban las celdas de los frailes. A lo largo de los años, la iglesia ha sido objeto de revisitas: recordamos en este sentido la fachada neoclásica, proyecto del arquitecto
Giuseppe Bovara.
Es precisamente en relación con la iglesia mencionada que Manzoni proporciona una descripción precisa del carácter y la apariencia de Fra ‘Cristoforo, confesor de Lucía y figura de gran espiridualidad.
ETAPA 5: EN LOS BARRIOS DE LECCO – LA CANONICA DE CHIUSO Y EL CASTILLO DE EL INNOMINATO
En la casa parroquial de Chiuso se concretiza la conversión del Innominato; la localidad de Chiuso es nombrada en la primera redacción de la novela, Fermo y Lucia de 1822.
Esta es la breve descripción que hace Manzoni:
(…) donde operaba una de las figuras realmente existidas citadas en la novela, pasaje luego eliminado en la versión definitiva: se trata de Don Serafino Morazzone, confesor de
Manzoni. (…)
Precisamente en las salas de la casa parroquial citada habría tenido lugar el encuentro entre el cardenal Federico Borromeo y el Innominato, momento representado en el fresco del pintor Casimiro Radice, realizado en 1871 y presente en el edificio.
La visita termina en Vercurago, donde se encuentra el llamado castillo de el Innominato situado a unos 180 metros sobre el nivel del lago y accesible a pie a través de un corto sendero panorámico. Los restos del castillo son un recinto cuadrangular con una torre derruida, convertida en capilla en 1902. La tradición dice que Manzoni se inspiró en este lugar para ambientar el castillo del señor al que Don Rodrigo se dirige para el secuestro de Lucía. La ubicación abrupta y estrecha , la presencia de una pendiente y difícil de alcanzar, las calles desnudas y áridas que caracterizan el acceso al castillo se convierten en el símbolo de la interioridad compleja y fuertemente simbólica de quien (…)
