La vìa ciclista de Valsassina se extiende desde Barzio hasta Taceno (Tarta Valle), siguiendo la ruta del torrente Pioverna y continuando a lo largo de todo el valle.
DESCRIPCIÓN: el recorrido parte desde Barzio hasta la Sede de la Comunidad Montana, con amplia posibilidad de aparcamiento, tras pasar por los municipios de Pasturo, Introbio, Primaluna y Cortenova, antes de terminar en Taceno.Se trata de una pista plana y adecuada para todas las bicicletas, está totalmente asfaltada y separada de la carretera provincial. A lo largo de la ruta hay varios quioscos, restaurantes y posibilidad de alquiler de bicicletas.
Pedaleando llegaréis a pequeños pueblos. Os contaremos algunos.
- BARZIO: Conocida como la “perla de Valsassina” Barzio es el principal lugar de estancia en verano y de los deportes de invierno del valle. Durante el siglo XVI Barzio vio el ascenso de la antigua y noble familia Manzoni, propietaria de varias casas señoriales y que se trasladò desde la vecina provincia de Bérgamo
- PASTURO: El nombre mismo parece indicar la fertilidad de los pastizales de la pradera y de la montaña: Pasturo surge en la cuenca de Valsassina, en las laderas orientales de la Grigna Norte. Valsassina ha sido durante siglos tierra de castillos. En la alta Edad Media en la zona se encontraba uno cerca del Pioverna, de propiedad de la condesa Ferlenda de Lecco. En el siglo XV, en cambio, se construyó otro enorme perteneciente a la familia Sforza, cuando tuvieron propiedades en estas tierras.
- INTROBIO: Los orígenes del pueblo son muy antiguos: tuvo notable importancia como encrucijada de las carreteras entre las montañas. Indicativo de esto es el mismo nombre del municipio: parece que el término Introbio proviene del latín “íntervias”, es decir, entre las calles, o de la más coloquial forma “in trivio”, es decir, “sobre el cruce”.
- PRIMALUNA: Antiguamente los primeros asentamientos de Primaluna, que se remontan a la época en que el valle estaba parcialmente ocupado por el agua. Capital religiosa del valle durante muchos siglos, la tierra estaba rodeada de murallas con siete torres y siete puertas en la Edad Media. Una verdadera es la fortaleza propia, controlada por la familia Della Torre (después Torriani), señores de Milán, que, según algunas fuentes históricas, eran originarios de esta aldea.